[...] Pertenezco, me perteneces, un trabajo delicado y de claro equilibrio en la composición plástica, en el que tres bailarines recorren el espacio. La puesta se desarrolla sobre unos ejes conceptuales sencillos: el juego de la luz y las sombras, los textos poéticos en off y la participación de un espectador desde la butaca.Golpe, chistido, silbido, percusión, risas al oscuro. El trío de bailarines porteños llena de sonidos el aire de la sala antes de comenzar la coreografía en el escenario. "Caímos aquí, me busco", dice uno de los textos que aparece como mojón de palabras en la obra. La palabra, la voz humana, va iluminando los gestos solitarios de cada bailarín con un objeto: una colchoneta para el hombre; un televisor y un marco con pie, en el caso de las mujeres.
Germán de la Riva Umaña, Carolina Rubín y Anita Ardohain inician sus performances aislados y sin conexión entre sí. Lentamente forman un trío con gestos y movimientos compartidos, hasta volver a la soledad de sus respectivos objetos.
La directora Julieta Castro (Buenos Aires) ofrece un cuadro de mundos privados en el que la destreza física está al servicio de la poesía y el equilibrio visual. La decisión de que un espectador ilumine libremente el espectáculo le da una tensión extra. Que cada quién comience solo y luego puedan lograr el unísono pone a los bailarines en el límite de la decisión de jugar en el espacio o pelear por él. [...]
